12 Angry men.

En los últimos tiempos estoy retomando mi antigua costumbre de meterme un par de pelis al día (los días que puedo), unas son repetidas y otras no, lo mismo que al sentarse en el bar a tomar café y ver pasar mujeres…

Ayer vi "Entrevista con el Vampiro" y "12 Angry men", en cristiano, aunque parezca mentira "12 hombres sin piedad". ¿Qué decir de la primera? Mi película preferida durante mucho tiempo, obra maestra de Tom Cruise, lo cual es tan difícil como hacer que Masiel te acepte un chupito de orujo. Un Brad Pit inconmensurable y sobre todo una Kristen Dunst que pese a que aún no estaba más buena que el pan de molde sin corteza hace un papelón que ríete tú del smoking king size. Hacía varios años que no la veía (la película) y volvió a cautivarme tanto como lo hizo tiempo ha. Fantástica. ¿Quién no ha querido siempre ser un muerto viviente más guapo que Reiziger, más fuerte que Falete y más rápido que Toni Leblanc en una carrera de sacos? En fin, que es un peliculón como pocos, no todos los días uno encuentra algo mejor que "Yo hice a Roque tercero".

La segunda no la había visto y a decir verdad no acostumbro a ver películas en blanco y negro, el tema de que no se hayan molestado en colorearlas, cosa que hasta los niños de primaria y de la LOGSE hacen, viene a decir poco del trabajo que se ha invertido en ellas. Un argumento "TAN" atractivo como doce tíos, anticuados y sin colorear, formando parte de un jurado popular tampoco ayuda a mis ganas de verla. Ellos debaten en una habitación cerrada durante una hora y media si condenan a muerte o no a un chaval de los suburbios por el asesinato de su padre.

En realidad si se ve esta película sin ánimo de profundizar mentalmente en cada personaje, sin ánimo de meterse en el papel de cada uno de ellos y simplemente intentando pasar un rato agradable… no sé, poned mejor algo de Chuck Norris. Sin embargo, quizá llame la atención del lector saber que es una de películas estándar en los cursillos de liderazgo por ser una muestra clara de los muchos tipos de personalidad existentes.

Verla con ánimos de introducirse en el pellejo de cada uno de los participantes en el juicio hará vivir la película con una grandísima intensidad y disfrutar de ella sobremanera. El director sin duda ha trabajado mucho el aspecto de generar ansiedad en el espectador creando una atmósfera calurosa y húmeda en un espacio cerrado y sobrecargado de gente.

Grande me resulta el detalle de que los personajes carecen de nombre hasta la última frase de la película en la que finalmente se otorga un nombre a su protagonista y a otro personaje. Sin ninguna duda una puta obra maestra. NO OS LA PERDÁIS BAJO NINGÚN CONCEPTO. 12 hombres sin piedad.

Imputados saludos,

Tito Yyr.