Fútbol a borbotones.

Visto que "no escribo" (publico) ni por saber morir, os voy a deleitar con una pieza fantástica de literatura que me ha dejado como los abdominales de Puyol, a cuadros. Hay muchas razones, cuando muchas tiende a dos, para que me haya dejado así. La principal de ellas es leer una columna como esta en un periódico que es menos neutro que el ácido clorídrico, el As. La segunda es que no sabía que con un artículo que comenta un partido de fútbol se pudiése hacer poesía y vive Iniesta que se puede. Un señor llamado Juanma Rubio, cuyas preferencias futbolísticas desconozco ha logrado lo que parecía imposible, aunar a los amantes del fútbol y de la literatura. Simplemente fantástico artículo, leedlo:


"Desde que el Hércules ganó en el Camp Nou en el pleistoceno de la Liga (jornada 2), nadie ha ganado al Barcelona . Desde que Nilmar marcó en el Camp Nou en la jornada 11, nadie le ha metido un gol al Barcelona en Liga. Él, este Barcelona que es el dueño del juego, suma 28. Ese 28-0 es uno de los datos sobre los que viaja esta dictadura de seda. En su mejor versión, tras los vaivenes post Mundial del inicio de curso, el Barça convierte a los rivales en seres inocuos carentes de identidad que mueren por inanición con más admiración que rabia. Con la boca abierta. Ahora, en los límites de su propia perfección, redefiniendo sus fronteras si es que las tiene, al Barcelona se le cae el fútbol de los bolsillos. Le desborda de las manos, llueve sobre el rival hasta empaparlo. Toneladas, kilómetros de fútbol: fútbol a borbotones.

Durante apenas diez minutos, la Real Sociedad sobrevivió de forma saludable. Llegó al Camp Nou con unos muy brillantes 22 puntos. Sin angustia y vigorizada tras su triunfo en el derbi vasco, salió valiente, apretando clavijas en la medular, robando y tocando rápido con orden y sin acularse. Unos diez minutos, poco más. Mucho después, o eso pareció, hubo un medio indulto durante la última media hora. Ya sin Xavi y Pedro, el Barcelona puso el piloto automático y dejó correr la noche entre una telaraña de combinaciones, un goteo de ocasiones y los dos últimos goles, el de Bojan y la enésima maravilla de Messi, hoy facilitador primero y ejecutor después. El resto, entre el meritorio arranque de la Real y el lento languidecer del partido, fue casi una hora de fútbol fabuloso. Una coreografía excepcional. Una de las actuaciones más hermosas, genuinas y salvajemente dulces de un equipo maravilloso que vive en un momento excelso de forma y confianza. Es la rutina del lujo. Partido a partido, rival tras rival. Algo que recordaremos a partir de mañana y durante muchos mañanas.

Durante ese trance en el que escribió una vibrante oda al balón, el Barcelona pareció alcanzar la quintaesencia de su fórmula, la piedra filosofal del método Guardiola. Sin Busquets y sin Piqué, reservado para regatear a la sanción a una semana del derbi catalán, pero con todo los demás. Con Alves, Messi, Villa, Iniesta, Xavi, un Pedro gigante y Puyol a la espalda para lo (poco) que sea menester. La Real no capituló en un gesto, no tiró la toalla en un momento determinado y definible. Fue perdiendo el aliento ante la más poética de las lógicas. Primero dejó de robar arriba y después fue perdiendo el contacto con el balón hasta que este dobló una esquina y desapareció para siempre. Sin darse cuenta se encontró con nueve jugadores alrededor de su área, con Valdés en las antípodas y persiguiendo sombras azulgranas que danzaban a su alrededor con una velocidad de pensamiento supersónica.

Durante ese trance y antes de que dejara de haber rival ya entrada la segunda parte, el Barcelona coreografió algunos de sus mejores minutos en mucho tiempo. Una mezcla de aritmética y poesía. Como si las matemáticas fueran arte o como si las musas usaran calculadora. A partir de la robustez integral que le permite no conceder ocasiones, navega con una confianza insultante en sus posibilidades. Su crecimiento como grupo se percibe según se hilvanan los minutos, cada jugador como individuo entra en un trance pleno de confianza y concentración. Los movimientos son corales, las combinaciones se hacen gigantescas, el balón dibuja rutas imposibles a ras de un césped al que van cayendo pedazos del muro rival, resquebrajado de forma lenta y brutalmente precisa. Paredes, movimientos sin balón, apoyos, desdoblamientos... casi como en una atávica llamada genética, como una gran migración futbolística escrita en un ADN perfeccionado desde los tiempos del Dream Team, el Barcelona escribió una sinfonía espléndida en la que las ocasiones eran una desembocadura inevitable para tal caudal de juego y los goles un trámite en acción. Un hermoso trámite: en el primero del cerebro de Xavi a las botas de Messi al aguijón de Pedro y al comillo de Villa. El Segundo cocinado y rematado por Iniesta. El tercero de Messi tras tres paredes imposibles con Alves entre jugadores de la Real (podían ser de cualquier equipo) que eran ya estatuas de sal. Así hasta cinco a pesar de que en este partido el discurso hizo cima con tal categoría que el número de goles parecía irrelevante.

Para la Real Sociedad no quedan reproches. Su temporada y su trabajo están fuera de duda y sus intenciones de salida fueron nobles, válidas para asustar en otros campos. Simplemente no era un buen día para pasar por el Camp Nou, donde el Barcelona sumó un triunfo de estilo que le reafirma en liderato y en ética. El equipo es mejor que el de la temporada pasada: Villa mejora en el sistema colectivo a Ibrahimovic, Iniesta tiene continuidad, Pedro se confirma y Messi sigue creciendo sin límite, sin que se le adivine techo. El equipo también es mejor que en el arranque de la temporada por una cuestión de confianza, ritmo y tono físico. El resto, todo lo demás, es el fútbol. Total, inconmensurable. Cantidad y calidad de fútbol: fútbol a borbotones."


Esto es todo amigos. Saludos a borbotones.


PD: Ahora, para el que no se pueda creer que esto esté publicado en el As o que en dicha involución de diario tengan contratada a gente de este nivel, cosa que sería normal, os añado el link al artículo.

http://www.as.com/futbol/articulo/futbol-borbotones/20101212dasdasftb_57/Tes

Sólo palabras (y sí, lo pongo con tilde)

La primera vez que la vi no podía creerlo, ella hablaba de luz, de especulares reflejos, de volar, de eternidad. Habló, obviamente, del desafío que suponía su existencia para la razón y la cordura. Habló del silencio y hablo en silencio. No parecía una mujer de mucho divagar, más bien parecía que siempre iba directa al centro de la cuestión. Estaba seguro y, como el tiempo demostraría, tenía razón sólo podía ser una cosa. Una única cosa. Una vampiresa.

Su piel era firme, carente de arrugas y muy blanca, era como ver un folio moldeado con la más preciosa forma imaginable. Los intrincados bucles azabache de su cabello le daban un majestuoso contraste y resaltaban de forma misteriosa aquellos ojos de color indeterminado. No os equivoquéis, no es que aquellos ojos no tuviesen color, nada más lejos de la realidad, era simplemente que al fijar la mirada en ellos y prestar atención te transportaban a ignotos lugares de ensueño, a inexistentes mundos o a terribles infiernos, era por tanto imposible adivinar si eran de un color en concreto, de todos o de ninguno.

Me costó mucho entenderlo. Aquella primera vez que la conocí me daba por muerto. Había descubierto una criatura de los tiempos antiguos y ella a buen seguro no iba a permitir que me fuera tan felizmente ahora que conocía su secreto. Error. Como sucede con las cosas que no son ni están, muchos rumores son poco acertados. Sí, era una vampiresa, ella misma me lo había confesado, pero tenía algo diferente, algo que nunca se había asociado a este mito. Ella no comía sangre. Comía palabras.

Cada libro al que clavaba sus afilados colmillos quedaba blanco como su piel y no era otra cosa que la tinta de dichos libros lo que daba el color azabache a su cabello, cuanto más hablaba más canas le salían, de ahí el porqué de su parquedad de palabras. Cada palabra que oía se guardaba en alguna parte de su perfecto cuerpo, preparada para ser consumida. Eso sí, siempre mantenía una reserva, en ella guardaba las palabras más bellas y nunca se alimentaba con ellas, residían allí esperando ser pronunciadas, y así, cada sutil frase que asomaba a sus labios era más poema que frase.

Esta era una raza que desde aquel día deseo que se extienda. ¡Muérdeme!

La mansión de los Button.

La luz de la vieja lámpara parpadeaba insistentemente con clara intención de apagarse para siempre, esto hacía de la habitación una titilante y tétrica penumbra. Las purpúreas cortinas danzaban al son del gélido viento que se colaba por la rendija de la ventana ululando con la suavidad de la muerte.

Jules avanzó en la oscuridad y el silencio, este último sólo roto por los crujidos tenues de los tablones carcomidos del viejo caserón de la familia Button. El rastro de sus pisadas quedaba marcado en el polvo del suelo y de la eternidad. Sin duda aquel polvo llevaba allí tanto tiempo como la más vieja de las almas del cementerio exterior. Si le hubieran pedido a Jules que dibujase el más terrorífico escenario que su mente pudiese imaginar, al lado de aquella mansión ese dibujo habría parecido un claro lago transparente con unicornios bañándose bajo un arco iris.

Jules siempre se había considerado un hombre valiente y escéptico, conocedor de la realidad, sin embargo había algo en aquella casa que le ponía la piel de gallina. No sabía el que era, si bien era cierto que no era especialmente encantadora y tendía a siniestra no había nada que le llevase a pensar que allí había algo que temer. De hecho, más bien todo lo contrario, era como si no hubiese algo que sí debería haber. Conocía bien las historias que corrían sobre aquella mansión, las había estudiado a fondo y como experto tasador debía comprobar su veracidad antes de ponerla en venta, más si cabe teniendo en cuenta que su próximo propietario sería el nuevo alcalde. Dicho alcalde había sido elegido en las votaciones más corruptas conocidas en aquel nórdico pueblo. Irónicamente se decía que votaron hasta los muertos.

Nada más poner Jules el primer pie en la habitación, la vieja bombilla dio su último estertor y quedó en la sombra para no volver a iluminar jamás. Jules se acercó a la ventana dejando que sus dedos rozasen las antiguas estanterías de la biblioteca mientras avanzaba, sentía su ruda textura plagada de astillas y se empapaba de la sabiduría que emanaban, la sabiduría de una eternidad, la sabiduría que contenía más de una vida impresa en centenarias hojas de papel.

Retiró las cortinas y dejó que se filtrase mansamente la luz de la luna, atravesando los ennegrecidos cristales. El sonido de viento le estaba poniendo nervioso así que cerró bien la ventana y el silencio que cayó sobre él al cesar el ruido del viento le hizo estremecer. Casi lamentó haber encajado tan bien el postigo. El rayo de luz que surgió de su linterna dio algo de paz a su acelerado corazón y ya, más calmo, se dedicó a tomar medidas y a valorar las muchas antigüedades que poblaban la estancia. Bustos atemporales, muebles esculpidos por los más refinados ebanistas, tapicerías de época y polvo de la era. Por más que se hubiese calmado, por más que hubiese desaparecido el absurdo sentimiento de temor que anteriormente le había sobrevenido, aún seguía notando que allí faltaba algo, que no había algo que debía estar. Repasó su inventario una y otra vez pero no fue capaz de encontrar nada significativo y de nuevo el silencio y el crujido inerte de los tablones comenzó a hacer mella en su coraje. Desistió.

De pronto, cuando ya se disponía a volver a su cuarto, escuchó un fuerte chirrido en el exterior. Casi complacido por la ruptura del apabullante silencio se acercó a la ventana raudamente. Sólo vio un viejo y oxidado columpio meciéndose furiosamente al son del infernal viento. Por unos segundos se encontró hipnotizado observando el columpio y las lúgubres lápidas tras él, observando la noche tras el velo de suciedad del ventanal. Así permaneció un tiempo indeterminado.

Una roca del tamaño de un puño le sacó de sus meditaciones. Rompió la ventana y le golpeó en la sien. Jules trastabilló varios pasos hacia atrás chocando estrepitosamente contra las ciclópeas estanterías y fue a dar de bruces en el suelo. Tras él, precipitado por el impacto, un libro cayó aparatosamente sobre sus manos. Presto sacó de nuevo su linterna y alumbró el tomo, “La mansión de los Button” se titulaba. Había leído escasas tres páginas cuando se dio cuenta que ya había encontrado lo que faltaba en aquella habitación. Aquel mamotreto contenía la sabiduría de más de una vida impresa en centenarias hojas de papel, contenía mucho más que una vida, contenía su vida. Jules no era más que un libro que antaño quedó cerrado.

Por el culo te la... ¿amocho?

El cinco es un número curioso, al menos tan curioso como todos los demás, pensando, pensando seguro que de todos los números se nos ocurren muchas cosas que decir, pero hoy en concreto me obsesiona el cinco. Si a Jim Carrie le obsesionaba el veintitres, a mí, que puedo ser muchas cosas, pero nadie me rebatirá que sin duda soy mejor actor, ¿por qué no el cinco?, yo soy titular, del once hacia arriba que se peguen los segundones.

Cinco formaban ese fantástico club, que tanto me cautivó en su día y al que aún hoy hay que reconocer como un grande.

Cinco son los dedos de la mano y las Jotas del jamón.

Cinco fueron los Istari y cinco sus varas y son cinco los sentidos que tenemos con el permiso de Spiderman.

La puta loba tenía cinco lobitos y el mar tiene cinco oceanos.

Los mejores hoteles tienen cinco estrellas, mi subwoofer cinco satélites.

Si le preguntas a alguien cuando llegará o cuanto le queda para acabar algo siempre son tantos minutos como puntas tiene la estrella satánica.

¡Demonios! Si hasta Eddar Stark tenía cinco hijos.

Cinco es número de la rima universal, cinco son los susurros que ella tiene escondidos detrás su oreja.

Y como dirían Les Luthiers, "De cada diez personas que ven televisión, cinco… son la mitad".

Cinco saludos, repartíoslos.

PD: Creo que no he dicho que el blog cumple cinco años ¿verdad?

43.5 grados centígrados

He ido a sacar el iPhone, las llaves del coche y la cartera del bolsillo y en lugar de todo eso me ha salido un Alcatel.

¡¡Muero!!

PD: 43.5 y subiendo, he editado ya tres veces...

Origen




Parte PRE-Spoiler:


Iba a colgar otro post, pero después de ver Origen ayer, y si las circunstancias son propicias verla otra vez esta noche, no puedo resistirme a poner algo de ella.


Origen era una película que tenía ganas de ver, pintaba bien, muchos efectos chulos, unos cuantos disparos y un argumento medianamente interesante, más teniendo en cuenta que el tema de los sueños siempre me ha hecho gracia. De hecho puedo romper un par de relatos que tenía a medias para que no me acusen de plagio (al menos de poco origin-al). Pero vamos, no esperaba más, de hecho esperaba encontrar una película de esas que prometen mucho y dan muy poco.


Un día de tantos se me ocurrió mirar la puntuación en filmaffinity… más que Blade Runner, más que Metrópolis, más que ninguna de ciencia ficción… Se me cayeron los huevos al suelo y aún estoy buscando uno de ellos, tengo miedo de que se lo hayan llevado las cucarachas y ahora quieran un rescate, pero por mi huevo que lo recuperaré. Ayer fui a verla con el corazón en un puño, me temblaba hasta el alma. Así somos los fanáticos al cine… gilipollas, bueno, al menos yo.
¿Qué decir de la película sin "spoilear"? Bien, la peli me gustó, me gustó mucho, pero a mi humilde entender se han pasado un pelo con la valoración. Es una peli de esas rollo "Sexto sentido", "Sospechosos habituales", "Memento" o tantas otras que conviene ver dos veces. No por que no se comprenda a la primera, si no por que un segundo visionado permitirá apreciar detalles que en un primer momento pasan desapercibidos. Los actores bien, pero quitando a nuestro a veces bienamado Di Caprio ninguna maravilla, él está al nivel de "Atrápame si puedes" (fantástica película).


Los efectos muy buenos, pero sin duda bastantes menos de los que me esperaba (y eso que hay muchos), no se pasan de madre tirando de PC, hay más argumento que efectos y eso se debe de agradecer, no es habitual. Lamentablemente la trama presenta varias (pocas) inconsistencias de las que uno se da cuenta a poco atento que esté y en mi otra vez humilde opinión se le podía dar un final un poco más intrincado. Como ya he dicho hay gente que comenta que es una película difícil de seguir con un hilo argumental enrevesado. Bueno, si bien es cierto que no es especialmente simple, las pedazo dos horas veinte minutos de duración dan de sí suficiente como para que se explique todo bastante bien, por lo tanto, aunque tiene un argumento complejo está bastante bien hilado y se hace comprender fácilmente.


La última mitad, que es una mitad de hora diez minutos es trepidante y la acción no se detiene ni para bajar a mear, os recomiendo encarecidamente que no os paséis con la cerveza antes de entrar al cine, pero id, bien lo vale. NO OS LA PERDÁIS.


Parte Spoiler… WARNING!!!!


Los sueños son poco sueños, deberían tener más carencias de sentido en muchos puntos, lamentablemente entonces perderían el efecto que quieren dar a la película de imprimir realidad al mismo, pero está todo demasido organizado, por mucho arquitecto que tengan, no es un sueño real válgame el oxímoron. Nada más empieza la película empiezas a hacer cábalas sobre el final y la verdad que si tienes un mínimo de imaginación pueden salir muchos finales diferentes a cual de ellos mejor. Vamos que tienes tantas teorías que al final no tienes ninguna, lo que es "seguro" al menos yo lo veía claro desde el principio, es que iba a ser un sueño lo que él "Titánico" Di Caprio consideraba real, luego van dejando pistillas en ese sentido hasta que llega el momento en que se hace evidente que quieren ir por ahí. Me jode que no se mojen. Me parece una película que habría quedado muchísimo mejor con un final cerrado, un final abierto está bien en muchos casos, de hecho en esta cinta no es que quede mal, es que habría muchos otros que habrían quedado mejor. Además visto lo que les gusta marear la perdiz, por una vuelta de tuerca más no se habría pasado de rosca.


En fin, peliculón del quince. Ni mucho menos menos lo mejor de ciencia ficción que hay, pero muy buena, sin duda candidata clara a mi película del año.


Oníricos saludos,


Tío Yyr.

No vi "Dos pájaros de un tiro" pero le daría dos tiros al muy pájaro.

No soy un tío muy de conciertos yo, voy de vez en cuando a alguno, pero poca cosa, en realidad tampoco es que sea un melómano, como parece obvio. Melómano no es un tío que come melón con la mano, ni un amante de los melosos, melómano es un tío al que le chifla la música de Camela, el Fary y Pimpinela. Bueno, pues eso, que quitando a esos dioses de la música barrio bajera que son los "Maniática" y "S.A." nunca antes había repetido grupo en un concierto. Hasta ayer.

Ayer fui a mi segundo concierto de Serrat. La primera vez que le vi sería hace unos cuatro o cinco años. Después de aquella vez pensé que era imposible de superar ese concierto. Me equivoqué, ayer lo superó, de lejos, de muy, muy lejos. La primera vez salí cabreado del concierto, ayer quería matarlo a él, a su perro, a toda su familia y a la foca tetrapléjica que tenía delante con mis propias manos.

Concierto, gira promocional de su último disco, que su padre y el padre de Miguel Hernández que es de quien son todas las letras, conocerán el nombre. Lugar Viveros, veintidós cero cero. Llegamos puntualmente tarde. Una birrica fresca… fresca unos treinta segundos que es lo que tarda en empezar a hervir a las temperaturas a las que nos estamos moviendo este verano. Tras verlo todo hasta la bandera de gente, tomamos una silla de plástico, con más cara que espalda vamos directamente a la cuarta fila de las chopomil que había, cojonudo, para ser los subnormales que se habían comido una cola de cien metros donde no había necesidad de hacerla no lo llevábamos tan mal.

Soy perfectamente conocedor de la amplitud del repertorio del Nano, sé que conozco aproximadamente un cuarenta por ciento de sus canciones (si no menos), pero… "Uy, esta no la conozco"… "Uy, esta tampoco la conozco" repetir mentalmente la frase anterior unas siete veces. De pronto suena "Niño Yuntero", como decimos por mi barrio "gallina en piel", si al final de cada canción la gente aplaudía, con esta el triple de aplausos, gente en pie, gritos rollo concierto de los Beattles lleno de alocadas jovenzuelas histéricas… que debían ser las mismas en los Beattles que ayer con Serrat, pero con cuarenta años más.

Por cierto, curiosamente había más gente joven de la que me esperaba para un concierto del Joan Manuel, o eso o se está relajando mi definición de "gente joven" (lo cual dada mi edad es una posibilidad estadísticamente significativa), pero que estaba muy bien surtido el buffet vamos… aunque creo que buffet lo llaman cuando puedes comer lo que quieras así que la definición está más que muy lejos de hacer honor a su nombre. Lástima. Pero vamos al cocido que me ando por las ramas de Úbeda o algo.

Siguiente canción… no la conozco, siguiente… no la conozco, siguiente… no la conozco, siguiente… adivinad… Así otras tantas veces. "Nanas a la cebolla", precioso tema, pero mi cabreo ya era tal que más que gallina en piel era odio inyectado en los ojos. Hubo aplausos nada más empezó, aplausos a mitad canción, sí, a mitad, aplausos interminables al final. Serrat, hijo de puta, tú que vas por la vida de tío cultivado… ¿no te dice nada eso? Empiezo a pensar que cultivado, sí cultivado, pero como los boniatos de cultivado.

Siguiente… no la conozco, sigu… blablabla. Toca una animadilla cuyo título nunca he sabido, aunque como de casi todas las que conozco me sé la letra de arriba abajo. Aplausos infinitos al principio, aplausos durante TODA la canción, al final lluvia de rosas, gritos, más aplausos, cuando cesan y empieza a caer el silencio se oye sobradamente a algún desalmado "¡¡¡YA ERA PUTA HORA JODER!!!"… anda, si era yo el desalmado ahora que me acuerdo. Si se me oyó donde estaba él, que yo juraría que sí a juzgar por el número de carcajadas, oídos sordos. Siguiente… no la conozco blablabla. FIN DEL CONCIERTO.

Cuarenta y pico pavazos para escuchar el puto nuevo disco de Serrat entero, junto con los cuarenta y pico de la vez anterior en la que hizo exactamente lo mismo, mi mano izquierda habría dado por un buen rifle de perdigones de sal. Llevo escuchando a Serrat desde que tengo uso de razón, y de esto hace por lo menos dos semanas ya, es más, llevo escuchándolo desde antes incluso, desde los cinco o seis años y que no sea antes. Amo sus canciones, amo su música y si no fuera porque quiero despellejarlo con un cuchillo oxidado sin filo y colgarlo boca abajo al sol en mitad de una carretera de Sevilla (de estas fresquitas) para que los cuervos picoteen sus cuencas oculares vacías también lo amaría a él.

Hay que ser hijo de la grandísima cortesana de vida alegre para jugársela así a la gente que te admira. Entiendo de sobra que quiera promocionar su puto nuevo disco. Entiendo que tras toda una vida tocando las mismas canciones esté cansado de tocar esas. Entiendo que como gran artista se puede permitir el lujo de tocar poco más o menos lo que le salga del Nabucodonosor. Joder, entiendo que cuando un cuerpo se sumerge en un fluido experimenta un empuje de abajo hacia arriba igual al peso del volumen del fluido desalojado.

¿No puede tocar una canción "famosa" y otra promocional? ¿una famosa y dos promocionales? No señor, lo único que puede tocar son los cojones. ¿No ve acaso como se divierte la gente cuando toca las canciones antiguas que, al fin y al cabo, es lo que han ido a escuchar, al Serrat que conocen de toda la vida? Me parece de un egoísta subido de tono, de alguien que no se debe a su público y de un bastardo sin corazón. No voy a dejar de oírlo porque sería contraproducente para conmigo mismo, pero vive Iniesta que se lo merece sobradamente.

Me cago en su puta madre,

Tío Yyr.

PD: Me cago en su puta madre.

Per a ofrenar, noves glories a Espanya, tots a una veu GERMANS vingau

Hay tres banderas que mostrar hoy, dos secundarias y una principal.

La primera, la de España, fantástica, magnificente, inconmensurable, ciclópea, o en un lenguaje más refinado, pa' cagarse las patas abajo. Sin pedazo selección, y es que si el Don Pimpón que tenemos por entrenador se diese cuenta que el niñato Torres no es capaz de correr ni aún saliendo sólo los últimos siete minutos y lo dejase más a menudo en el banquillo, en su casa o en el fondo del Ebro con una piedra atada a la punta de la polla, todo nos iría mejor, iría como ayer. Hasta Xabi Alonso jugó bien, ¿qué digo bien? Jugó de puta madre, manda huevos.

La segunda, ¿Cómo no?, la de mi bienamado F.C. Barcelona y es que no sólo ser culé no significa ser antiespañolista, no significa no disfrutar tanto las victorias de la selección como las del club (si no más), sino que además, un 63.64% del equipo titular español es del Barça y un 45.5% catalán. A ver cuando los disminuidos psíquicos (estoy pensando en intereconomía, pero es extrapolable) se meten en su puta cabeza que, visto que está hueca, sitio les sobra que muchos catalanes sí se sienten españoles y no repudian a la selección. Y que se metan también que los que no se sientan españoles están en su derecho COMO ESPAÑOLES QUE SON, de reivindicar su independencia la de la Pampa belga o el encarcelamiento y ejecución de los pitufos maquineros (que no vendría mal). Que tienen derecho de hablar su lengua (y la mía) cuando les plazca y donde les plazca (otra cosa es que resulte de mala educación depende el momento) y que, para mí lo más importante, son ellos (los descerebrados) los que con su actitud de mierda y con sus venenosas lenguas viperinas les dan la razón para montar las que montan, España es España, no es Madrid y periferia. A ver quien es el guapo que hoy me dice que, Oh gran capitán, Carles Puyol, no es español. Iros a la mierda.

Hoy más que nunca, ¡¡España a una!!



















Y la última bandera, la más importante… tan importante es que voy a poner todas sus versiones, que son muchas. La bandera de los tercios españoles, y no estoy pensando en Mahou o Estrella, si no en esos que les metían ora una pica ora una bala por el culo a los holandeses.

¡¡¡A MUERTE A POR ELLOS!!!

Saint John

San Juan, siempre fue mi noche preferida del año. La noche en que siempre se montaba gorda, la noche en que todo el mundo salía y se consumían litros y litros y más litros de X cuando X tiende a cerveza, whisky, vodka, THC, LSD, ABS, EMT y todas esas cosas que toman los jóvenes.

Cargábamos bebida y partíamos raudos hacia el tranvía, al llegar, inflexiblemente, año tras año recordábamos que no habíamos comprado leña. La parada del tranvía parecía, y aún a día de hoy sigue igual en San Juan, la salida de incendios de las torres gemelas el 11S o la autoestima de José María Aznar, a reventar vamos.

Si ya cuesta hacerse sitio en la parada del tranvía, del tranvía en si ni hablemos, llega aquello que parece una pecera llena de peces limpia cristales de esos, todos pegados lamiendo las ventanillas, que parece que aquello va a hacer explosión de un momento a otro. Cuando se abren las puertas la gente se desparrama, que es lo que tiene estar a siete mil atmósferas, ríete tú de Fernando Alonso. No problemo. La gente que espera fuera, que es muy solidaria, ayuda a la recomposición de la estructura original y vuelve a meter a la turba caída y a un par de docenas más. Siete mil doce atmósferas.

Cuando pasan un par o quince tranvías decides que en el siguiente entras sí o sí, y no porque vaya más vacío que los anteriores, sino porque o entras o llega el invierno. Es entonces cuando echas de menos por primera vez en la noche la leña, y es que cuando vas con seis troncos astillados, cortantes y plagados de bacterias letales por delante la gente tiene una mejor disposición a apartarse de tu camino. Supongo que porque te ven cargado, últimamente la gente, como ya he dicho, es muy solidaria. Tras ardua pelea consigues entrar en el vagón. Un vagón no es otra cosa que un vago muy gordo, como nota informativa lo digo. Nada más entrar sueltas el aire y así puedes respirar. Pobre de ti si entras sin aire, estás jodido, olvídate de que tus pulmones se puedan expandir ahí dentro. En cualquier caso, como huele a campamento de mofetas adolescentes tras el test de Cooper igual es casi mejor no respirar.

Bien, transcurridos los pedazo cinco (por no decir tres) minutos y/o dos paradas que tarda el tranvía en llegar a la playa desde mi casa es cuando vuelve a producirse el efecto 11S. La gente, que es ansias de cojones, no sé porque se empeñan en que tienen que respirar, como si fuese algo importante, así que todos tienen que salir los primeros. Se produce una segunda batalla y vuelves a echar de menos los mortíferos troncos.

Por fin, estamos en la playa, bueno, a sólo cien metros y una manzana. Cien metros de borrachos, cien metros en los que se va enturbiando el ambiente y se encoge un poco el corazón. Se hace una reverencia a la estatua de víctimas y damnificados por viajes tranvieros en San Juan. Se recuenta a la gente, un minuto de silencio por los colegas perdidos en el camino y entre el negro enjambre de elementos de diversas calañas comienza la "caminata".

Las bolsas del mercadona tienen overbooking, el plástico va mordiendo la carne, cortando la circulación primero y la extremidad después, avanzas más rápido en pos de poder salvar algún dedo de la segura amputación, finalmente notas la arena entrar en tus deportivas. "¡Mierda, otro año más me he olvidado las chanclas!". Dejas las bolsas, oteas el horizonte de cabezas, es difícil encontrar un hueco para hacer una hoguera en una playa donde hay más gente que granos de arena, también es difícil hacer una hoguera sin leña. Dejar bolsas en tierra, respirar.

Andas y cuando encuentras el lugar adecuado te haces un hueco, extiendes la toalla. "¡¡Mierda, otro año que me he olvidado la puta toalla!!". Es el momento de conseguir la leña, palés, desechos de otras hogueras, troncos robados a incautos bañistas, etcétera. Llega el momento del cosplay, hay que encender la hoguera. Por alguna razón, todo el mundo, incluso aquellos que no son capaces de guiarse con un mapa dentro de su propia habitación, se han convertido en intrépidos montaraces del las tierras del norte. "Soy Yyrkoon, hijo de Yyrkonoth, heredero del Four Roses, regente del hielo y los vasos de tubo. Apartaos, yo encenderé vuestro fuego". Todos quieren encender el fuego, cada año lo consigue sólo el más diestro o el menos borracho, aunque a esas alturas ninguno se ha pasado… aún.

Cojonudo, hogueras encendidas, primer cubata dispuesto en su recipiente natural, grupo de jóvenes semidesnudas y sin maromos avistadas. Llegó el momento de cumplir con la tradición por antonomasia, hay que saltar doce olas a las doce de la noche, "¡¡La puta, es la una y media!! ¿Valdrá igual si salto ahora una ola y media?". En realidad da lo mismo ya que vas en vaqueros y se te ha olvidado el bañador. En realidad te has olvidado de todo menos de la bebida, gracias que no te has olvidado de que es San Juan.

No pasa nada, te bebes la botella de Whisky que has comprado para ti solo y ya no es problema que te hayas olvidado las cosas, tranquilamente te puedes revolcar por la arena, bañarte en gayumbos o en vaqueros incluso llegado el caso. Si antes ya estaba todo lleno de mujeres brutales por todas partes, ahora que ves el doble es incluso mejor y así transcurre la noche, entre risas, viajes a mear y subirse a la pirámide de cuerdas desafiando a todo pensamiento racional que indica que es mejor no hacer equilibrios cuando difícilmente te mantienes en pie.

Al final de la noche, las máquinas de la limpieza te invitan amablemente a retirarte si no quieres ser tragado por los rodillos de pelos gigantes de colores, San Juan ha terminado, el verano ha empezado y el sol aguanta un minuto menos a cada día que pasa.

"En la noche de San Juan, como comparten su pan, su mujer y su galán gentes de cien mil raleas. Apurad, que aquí os espero si queréis venir, pues cae la noche y ya se van vuestras miserias a dormir."

Nos hacemos viejos, prácticamente todos trabajamos, mi gente ya no baja en San Juan, las jóvenes semidesnudas han pasado a ser niñas semidesnudas, que no es que estén mal, pero leñe, es delito. La botella de Whisky, con eso de irse a las dos a casa se ha convertido en dos litros de cerveza y el THC en AAS. Para más inri ayer me hicieron acercarme al puto escenario de Máxima FM, un infierno de música electrónica que parecía aquello el rodaje de los 300 después de rebozarlos en cocaína, no había visto tanto músculo junto desde que quitaron el programa de operaciones que hacían en antena tres de madrugada.

En 2012 cae en sábado, recordaremos viejos tiempos… si el reuma nos lo permite.

Ponte en pie, alza el puño y ven, en la fiesta pagana en la hoguera has de beber…

Yyrkoon.

PD: Un poco más largo de lo habitual, siento haberos aburrido, pero es que es el post 100.

Adolece de mente.

Hoy es un día curioso, debería estar contento por X motivos, triste por Y motivos y cabreado por z^2 motivos, sin embargo no estoy nada de eso, me encuentro peor que Michael Nite subido en una vespino de segunda mano. Me duele la tripa todo el día y teniendo en cuenta su tamaño, creedme, es un dolor muy grande. Tengo ganas de vomitar como si estuviese en un mitin de Rajoy y bueno, no lo llevo muy bien…

Pese a todo, venía yo a comentar lo curiosas que son las épocas y es que los niños/adolescentes de hoy son subnormales, no es que lo diga yo, no. Lo dice alguien mucho más importante, alguien que nunca se equivoca, la industria del cine. Exceptuamos en la afimación "nunca se equivoca" la elección de Steve Martin como actor ya que parece más acertado el pulpo como animal de compañía. Sí, es así, no nos engañemos, la industria del cine no se equivoca, puede que no esté adaptada a nuestras necesidades personales, puede que no nos gusten las películas que hacen, pero para gustos los culos. Ellos saben que es lo que más beneficios les va a reportar y usan todos los medios disponibles para llegar hasta ese fin.

En mi carrera imparable por absorver la máxima cultura que mis neuronas puedan en la escasa vida que les queda he decidido cambiar durante unas semanas de temática cinematográfica; la ciencia ficción, aventuras y acción podían aportar poco más a mi vida de lo que ya lo han hecho. He hecho algo innovador para cambiar mis motivaciones, ¡¡¡cine adolescente wowowowowow!!! Cultura a raudales. Según una innovadora teoría desarollada este verano por mí mismo y una encantadora señorita, dado que cuento con 31 poderosos años soy como dos adolescentes, así que necesito doble dosis de cine adolescente para saciar mi hambre de conocimientos.

Entre muchos otros impactantes títulos he visualizado el film del que os quería hablar, "Super Agente Cody Banks", nos encontramos con ni más ni menos con que es lo que parece ser. Una comedia barata, plagada de clichés donde un, ¿cómo no?, adolescente es reclutado como agente de la CIA para resolver situaciones donde el mismo Bond se pasaría al aguardiente agitada, no revuelta. Banks nos va demostrando durante toda la película a un crío experto en artes marciales, desactivación de explosivos, apertura de abrefáciles con el sólo uso de sus manos y otras heroicidades. En resumen, se nos muestra una película de humor más que fácil, si es que se puede calificar así, carente de lógica alguna. Si el director tuviese el más mínimo sentido de la responsabilidad se habría pegado un tiro después de ahorcar a toda su familia. Fatídica, horrenda, patética y otros muchos adjetivos con terminación en "ica". Al acabar de verla inmediatamente puse a descargar "Super Agente Cody Banks 2", pero eso no viene al caso… ¿He dicho descargar? Quería decir hacer una copia de seguridad.

Ayer vi otra película de cine adolescente "Escuela de genios" 1985 creo que era, Val Kilmer en versión Joselito. Una película llena de giños, de humor fácil pero ácido, donde el señor Kilmer hace un papelón de narices (dentro de lo que se puede en una película de esta índole), donde se ve a la juventud con sus motivaciones, con un trasfondo que no se pasa de subrealista (hasta la parte final que se les va la pinza). Además me reí bastante.

A esto me quería referir, de esto quería preguntar, obviamente retórica ya que nadie contestará ¿los adolescentes se han vuelto subnormales y ahora les hacemos cine para ellos o los hemos vuelto subnormales nosotros? Y donde digo nosotros quiero decir otros diferentes a mí.

Saludos adolescentes,

Tío Adlescente^2


PS: Ya tengo carracoaco. Como ya he dicho un par de veces chupa más que una puta a turno doble, pero va de cojones.

Parecidos razonables.





Aunque esté muy estudiada, siempre queda una cagada.

Andaba yo el otro día, repasando poesía y al toparme con Machado me quedé anonadado. Vaya estilo, vaya métrica, complicada pero estética. "Yo quiero intentarlo" dije, "una oda, una elegía", pero pa' variar salió soberana tontería. Pese a todo aquí la cuelgo y el estómago os revuelvo, perdonadme las arcadas salgan verdes o moradas, pero con lo que me he divertido he de verlo compartido.


No se asuste, no me tiemble que no es nadie a quien remembre, a quien estos versos cantan no es a Messi ni al Zlatan. Esto sólo un ejercicio para sacarles de quicio, y pese a que falta lustre, yo espero que les guste. Eso sería normal con título taaaan original. Puffff, fatal.



Tercetillo. Beta 1.3


Aún no había caído el sol,
no había oscurecido el manto,
aún no entendía mi rol,


no sentía aún el espanto;
no sentía aún la entropía,
aún no comencé mi llanto.


Aún tras la muerte del día,
tras no sentir su presencia,
me invadió melancolía,


que va asociada a su esencia.
Del alma echadas las cortinas,
de matinal prado apariencia,


de palabras harto albinas,
de fuego concupiscencia.
Grabada estás en mis retinas,


búsqueda eterna. Impaciencia.
No puedo esperar a verte,
dudo ya de mí sapiencia.


Normal que me desconcierte,
si sólo traes iniquidad,
desesperación y muerte.


Sé que careces de vanidad,
que el orgullo no es tu fuerte,
que tienes de mí la mitad


de todo mi aliento inerte.
De una foto diez mil verdes
que se venden a su suerte,


que en tus pupilas los pierdes,
que ahí duran eternamente.
Aunque de mí no discuerdes,


debo ingerir un nepente,
que me permita olvidarte,
poco a poco o de repente.


Sé que has sido todo y parte,
con lo que cuesta el olvido,
ojala se me oiga en Marte,
ahí que te follen, Cupido.




PD: Por muy horrible que sea, o disonante, o muy fea, yo les pido me den chance para jugar otro lance, como ven es muy sencillo hacer rimar estribillo, aunque falte alguna ese, o se lo escriba en "sudaca" no por eso "desmerese" ni se hace alharaca. Lo puto es la métrica; difícil, malvada, tétrica, pero seguro que la experiencia, como en toda arte o ciencia la hace mejorar mucho…. ¿Cómo la trucha al trucho?


PPD: Que apoteósico final, soy un crack, soy letal. Trucho.


Saludos, escudos y estornudos,


Tío Yyrkoon.

Estoy jodido.

Sí amigos, estoy jodido. Tengo más curro que el estilista de Cristiano Ronaldo así que, por si no os habíais dado cuenta, no puedo escribir, sin duda estaréis desolados y habréis dejado ya de vivir esperando anodinamente a mi siguiente post, lo sé. No lo hagáis. Debéis seguir con vuestras vidas por muy insulsas que resulten ahora que no disponéis de la alegría de mis textos.

Si os sirve de consuelo cuando he dicho que estoy jodido no lo he dicho por tener mucho curro, es porque mi vida también se ha vuelto de pronto anodina y carente de sentido. Supongo que viene a ser una cuestión de épocas y que cada uno en cada época tiene altibajos al más puro estilo Irene Villa que el día antes del día D era más alta que el día después. Bien, pues llevo unos días sintiéndome igual que cuando me dejó mi ex.

Es cierto que algunas cosas han mejorado y otras han empeorado, es cierto que se puede ver la botella medio llena, medio vacía o vacía y doble. De hecho donde al principio de mi soltería veía soledad abrumadora ahora veo libertad ilimitada, donde antes veía fidelidad ahora veo variedad, donde antes veía democracia ahora veo unanimidad (conmigo mismo). Pese a todo llevo unos días sintiéndome como cuando ella me dejó.

Doy largos paseos por la calle en una meditabunda soledad. Me siento cansado y no tengo ganas de salir lejos de casa. Vuelvo a ver películas y series a mogollón. Tengo nostalgia y a menudo me recuerdo lo hermoso que era sentir el viento en la cara a su lado. Me siento como cuando ella me dejó.

Pese a que mi padre me deja el perro cuyo aliento me recuerda mucho al suyo antes de que se enjuagase la boca por las mañanas, pese a que en mi cocina ya hay más número de cuchillos que de cubos de basura, pese a que ya no tengo que comer apestosas algas y alimentos de cuyo origen no quiero acordarme. Y sobre todo pese a que nadie irrumpe en el baño cuando realizo actos no dignos de mención. Todo esto debería ser alegre y bueno, pero aún así me siento como entonces.

Hace un mes se rompió la correa de trasmisión de mi antediluviano mondeo, 2.000 pavazos de reparación. Inviable. Desde entonces doy largos paseos, me siento cansado y no tengo ganas de salir lejos de casa. Me siento como cuando ella me dejó y se llevó el coche. Echo de menos sentir el viento en la cara a través de las ventanillas…

Caminantes, sí hay camino, lamentablemente es demasiado largo para hacerlo sin cuatro ruedas.


EDIT: Cuando te lo pregunta una persona dices "Pobreta, está tontita y no entiende nada" y se lo explicas. Cuando te lo pregunta la segunda persona dices "El mundo está muy mal, el coeficiente global debe haber bajado veinte puntos en los últimos años". Cuando te lo dice la tercera dices "¿A ver si el tontito sin coeficiente voy a ser yo?" y acto seguido procedes a editar tu post.
Que no. Que no estoy jodido, que era una coñita barata para representar mi falta de coche, me temo que me salió tan barata que nadie lo entendió. Manda huevos.

Yyrkoon, el avatar del amor.

Transcurría una serena tarde de domingo, ni muy soleado ni muy poco. Yyrkoon con el ánimo turbado por motivos que no vienen al caso, deambulaba calmamente por una acera próxima a su hogar. Dispusose a extraer un cilindro nicotínico alquitranado de su cajetilla contenedora de los mismos cuando, pesaroso, descubre que sólo restan dos para que finiquite su fugaz existencia (la de la cajetilla contenedora, no la de Yyrkoon). Con el alma en un puño por la escasez existente extrae a uno de los supervivientes, se lo coloca en los siempre deseables labios y le acerca la lumbre.

Todos los mentados hechos estaban siendo observados por unos aviesos ojos situados en el portal colindante, pero Yyrkoon no fue consciente de ello hasta segundos más tarde. Cuando se disponía a pasar caminando frente a susodicho portal. Amenazante, saltó de él un inicuo ser de sendos diecinueve años y, ávido de aprovecharse del prójimo, encarando al pobre Yyrkoon exclamó:

-¿Tienes un cigarro, por favor?

Tras no larga meditación, recordando el número de los mismos que restaba en su bolsillo, respondió con su habitual modo de proceder:

-No, lo siento. - Sin más explicaciones, pero el ser del infierno no cejaría tan rápido en su empeño.

-Pero si acabo de verte guardar el paquete en el bolsillo. - Imprecó el ignorante joven.

-Disculpa mi incorrección gramatical, joven. Unicamente se debe a que he sobrevalorado tu coeficiente intelectual, lo que realmente deseaba decir era que no tengo ningún cigarro que desee darte. - Y así, sin volver la vista atrás siguió su imperturbable camino.


(Esta historia está basada en hechos muy reales)