Aire Suave

Como ya sabéis tengo una personalidad altamente activa, no puedo parar quieto ni un momento, del sofá a la cama, de la cama al baño, quizá a la cocina, vuelta al sofá, poner comida al gato, vuelta a la cama, etc, etc… vamos, un sin vivir. He decidido que no podía soportar ya tanto estrés y, para variar, he buscado una actividad calma, pacífica y sin ningún tipo de sobresalto que me perturbe. Airsoft.

Much@s sabréis en que consiste el airsoft y esto no es otra cosa más que coger unas réplicas de armas y dedicarse a dispararse bolitas de plástico de 0.2g que salen a una velocidad aproximada de 125 metros por segundo, que no está nada mal. Para que os hagáis una idea es la velocidad aproximada de Usain Bolt de camino al baño tras beberse una botella de ron negrita. De lejos no hacen mucho daño susodichas bolitas, pero de cerca… lo bueno es la tensión, la adrenalina, las tácticas de combate, el juego en equipo. En definitiva, no lo maquillemos, ¡matar!

Nunca he sido amigo del mundillo militar, tampoco detractor, más bien indiferente, al menos hasta que vi a Jessica Alba en traje de camuflaje, tras unos arbustos y con el culo en pompa. Daban unas ganas de decirle "Tranquila, noooo te muevas, naaaadie va a verte. TÚ SIMPLEMENTE NO, REPITO, NO TE MUEVAS. Naaaadie va a hacerte daño… no mucho".

Mi único coqueteo con el mundillo militar fue cuando me llamaron para hacer la mili. Tenía que elegir, mili o universidad. "Joder", me dije, "universidad, con todo lo que hay que estudiar, tantos libros, exámenes, meses encerrado en bibliotecas. ¡Dios! Que asco, me piro a la mili". Lo estaba comentando con unos amigos cuando una frase de uno de ellos me trajo un nuevo y profundo pensamiento a mi mente "¿¿Qué se levantan a las que?? ¿¿Pero esa hora existe?? Umm, sí recuerdo haberla visto alguna vez antes de acostarme. ¿Y dónde había que matricularse para la universidad?".

Pese a que no me vaya el rollito militar, me he decidido a jugar al airsoft, el tema de las armas sí que me ha gustado siempre, proporcionar muerte a seres reprobables y abyectos puede resultar muy estimulante. Creedme, nada más reprobable ni abyecto que mis amigos, bueno, quizá el debate del estado de la Nación, pero poco más. Lo de las armas nunca ha sido nada algo que haya tenido como hobby, no me preguntéis nombres de rifles o que munición usa cada uno o de que época son, simplemente son como una mujer, los veo y decido si me gustan o no y si se presenta la ocasión los disparo. En realidad ahora ya conozco un arma, el G36C. Mi bebé. Arma oficial (creo) del ejército aspañol y alemán y de otra cosa igual no, pero los alemanes en esto de matar gente experiencia tienen un rato.

Dispongo también de un arma corta, que no es un arma con pocas luces sino una pistola, se cuenta entre mis enseres una máscara para que no desfiguren mi fantástico rostro a golpe de bolazos de pollo, lo único es que parezco Hannibal Lecter con sobrepeso, pero que vamos a hacerle. Sólo me falta por adquirir unos cuantos trajes de camuflaje… quien fuese Camps. Hay que ir bien protegido, si una bolita te da en las ídem Houston, Houston tenemos un problema.

Así pues los sábados, a la prudente hora de las 8 de la mañana quedamos. Para que veáis que cuando digo que mis amigos son abyectos no lo digo de cachondeo, habrase visto tamaña burrada, sábado a las 8, pero si a esa hora no está despierto ni el despertador. Bueno, pues eso, a las 8. Subimos al coche y nos vamos hasta a tomar por … a una fábrica abandonada donde jugamos. Obviamente la fábrica aún está durmiendo así que la despertamos y nos ponemos al tajo.

Los que van con traje de camuflaje se lo ponen, pistolera, chaleco, trinchas, cargadores, pasamontañas, máscaras, rodilleras, coderas, radio, cámara, granadas, cuchillos (hasta con bayoneta les he visto) y es que hay algunos que ríete del puto soldado Ryan, no me extraña que hubiese que salvarlo, si es que no iba preparado el tío mierda. Me ajusto yo concienzudamente mi pistola, mi metralleta, mi sudadera, vaqueros y zapatillas de deporte que tienen más agujeros que las cuentas de la SGAE. Tardo de 5 a 10 minutos así que sólo debo esperar de 50 a 55 a que acaben los que van de Rambo acompañando a su madre a las rebajas.

Todo listo para empezar. Los equipos, hechos con gran criterio por los (cabrones) líderes, se dividen en, los buenos y/o veteranos en un lado, los pollos en el otro. Debí empezar a ir antes. Cada uno a su punto de partida y un silbato rompe el calmo silencio de la montaña. Corres raudo hasta la posición segura más cercana. La visión limitada por la capucha, la gorra de seguridad y la oscuridad (dentro de la fábrica ves menos que Steve Wonder hasta el culo de calimocho en la cueva de Batman). Las balas-bolas silban en el viento, la adrenalina se te sale por los ojos y es que no es divertido que te impacten. Te giras y le dices a tu compañero que te siga, él afirma y tras una carrera inhumana para cruzar la zona sin cobertura (me cago en Orange) te das cuenta que estás más solo que Jim Carrey actuando en el teatro. Entonces aparecen 4 enemigos y te curten a bolazos. Mola. Y hasta aquí la historia de hoy.

El lustro que viene más.

Saludos de fogueo,

Tío Vassili Zaitsev

PD: Prometo publicar más y prometo no cumplir ninguna de mis promesas. Toma paradoja.