Navidad, navidad, negra navidad

Muy buenas parroquianos, hoy al abrir la puerta de mi casa para encaminarme al médico que ayer me cerró la puerta en las narices me he encontrado una imagen digna de postal, bueno, digna de postal cuando ha menguado la tormenta de nieve que no dejaba ver a dos palmos. No será que no había estado veces en la nieve, pero perdonad a un pobre e ignorante valenciano que jamás había visto una esplendorosa ciudad salpicada de blancas tonalidades, bueno, más bien podría decir salpicada de otras tonalidades, porque todo lo demás era blanco.

Así entre capa de hielo, resbalón y maldición y vuelta a empezar he salvado la escasa distancia que existe hasta el médico y tras ardua lucha, espada en ristre, con el león marino que custodia la entrada he conseguido una cita de emergencias. Lo cual es curioso porque me ha costado día y medio, como te de un infarto aquí lo llevas beige. Un señor muy amable me ha atendido. “Creo que tengo paperas” le he dicho, tras examinarme no demasiado minuciosamente, “Sí, creo que has acertado en el diagnostico. Eres un gran doctor. ¿Tienes los testículos hinchados?”. “Pues mire usted, la verdad que en general no, pero después de hablar con la de la puerta un poco sí.” Carcajada, sonrisa, receta de ibuprofeno y a rular que son dos días, y si te he visto no me acuerdo, que no hay tratamiento, que me espere hasta que se vaya. Así que aquí estoy yo con mi cara de sandia esperando, soy como mortadela y flemón pero versión doble. Así que imaginaos, igual de feo pero ocupa más, viene a ser como poner a Aznar al lado de Fraga.

Bien, puesto que lo prometí lo hago púbico, emm ¿o era público?. Bueno, el tema es os reto a que acertéis el número de leches que me voy a pegar resbalando con el hielo, prometo ser honrado y decir quien gana, el número oscilará entre uno e infinito. Se otorgará al ganador una botella de vino de calidad, o para los abstemios una planta colágena, si el resultado es cero yo me beberé el vino. Os vaticino que no será cero ya que en 2 días de suelo helado y uno sólo de nieve casi me voy a tomar por el culo media docena de veces. Sólo daré por validas las respuestas de este post. Ah, regla final, los ostiones borracho no contabilizan. Sed infieles a vuestra pareja si queréis, pero no a mí, aquí nos veremos.

<---ESTE SOY YO

Calles perennes, héroes caducos

Bien se huele ya en el ambiente el final de noviembre, y aún no se puede ver ni una maldita acera que no este por el centro de la ciudad, el resto están recubiertas de una capa de hojas de palmo, creo que no pierden las hojas en todo el año, desde que llegue hasta hoy así a sido. Yo supongo que será cosa de la evolución, se han desarrollado así con el fin de tapar las vomitonas. Renovarse o morir.

Sin embargo, a los supuestamente tan laureados como serían William Wallace y McClaud (inciso: si, McClaud el de los inmortales, ¿existió de vedad?, ¿existe aún? Ni idea, pero le rinden pleitesía, os lo aseguro), ni una calle. No se si es que no tienen héroes en esta ciudad, pero si os digo que vivo en el 9 de Merchiston y venís aquí pueden pasar años antes de que me encontréis, Merchiston street, Merchiston road, Merchiston walk, grove, terrace, gardens, avenue ect… Disponen del escueto número, me atrevería a aventurar, de unas 15 o 20 zonas en la ciudad y por cada zona hay dos nombres de calles con sus doscientas respectivas variantes. Esto lleva al hecho de que cuando preguntas a alguien por una calle, todos saben más o menos la zona, pero como sea de las pequeñas ni dios sabe por donde cae. Esto podría ser incluso algo irrelevante si no les diese el punto de, de vez encunado, hacer una incursión en zonas ajenas, así yo, viviendo en Merchiston X estoy a 20 minutos de la Merchiston más cercana, lo cual resulta de lo más hilarante cuando alguien con quien quedas, uno por uno te hacen esperar del orden de horas porque ni dios lo encuentra.

Si, os preguntareis, ¿esto no se suponía que iba a ser gracioso?, pues no, era un pequeño apunte cultural sin más. Así que aquí o no tienen héroes a los que loar y recordar o bien no tienen imaginación.

What of taylor!! (¡¡Que de sastre!!)



Hi all, este post es sólo para que veais mi jeto antes que, loco de mi, deje a una checa muy bien parecida que me corte el pelo, así como para acallar las voces que insistentemente reclaman fotos en el blog, muy bien parecida a King Kong quería decir, tanto en físico como en modales, pero que coño, es maja. Que sea lo que dios quiera, nos vemos pronto si no me han metido en la cárcel por estragularla. No despedirme sin antes mentar la última perla que nos ha otorgado nuestro siempre maravilloso Speaking in Silver:
-When do you pounds? (tu cuando libras?)
-I book on Monday (Yo libro el lunes)

Fumar mata.... de frío

En mis aventuras y desventuras en busca de pisos, donde, amén de compañeros respetuosos pueda encontrar una cama en la que mi maltrecha espalda repose y que no haya que hinchar cada tres días, suceden cosas curiosas al tiempo que... bueno, que lo que sea, esto ya tiene algún tiempo escrito, pero había que colgarlo.

Después de acercarse a una especie de pequeño castillo en medio de Edimburgo, donde estos abundan.
-Buenos días
-Buenos días, venía a ver el piso del anuncio.- contesta Yyrkoon jadeante tras la subida de los cuatro pisos de escalera de caracol, que debía ser un caracol de cojones de grande por que cada piso parecía tener unos doscientos escalones, y es que los nativos aquí son altos, pero antes debían de ser la leche porque no hay piso que tenga el techo a menos de tres metros de alto.
-Jejeje, claro sin problemas, ¿cansa eh?
"Tu madre si que se cansa por las noches" piensa él
-Jejeje, si, un poco, pero nada que no se pueda aguantar. ¿No hay ascensor?
Ella mira con cara de no conocer la palabra. Yyr piensa que tal vez, en su espléndido ingles de Cuenca no la ha pronunciado bien.
-¿No ves que no hay sitio para el ascensor?- asevera ella antes de que Yyr pueda rectificar.
"Pues claro que lo veo, gorda asquerosa menopausica"
-Sí señora, era una broma, claro que lo veo.
Ella le invita a pasar, muestra un espléndido salón, una cocina perfectamente amueblada, una habitación con cama de matrimonio y banda ancha de serie.
-¿Que, ascensor no, pero la banda ancha venia con el piso?
Ella sonríe de nuevo, esta en el bote, es una viejecilla que quiere alquilar una habitación de su propio piso, no es muy alentador en cuanto al tema de las fiestas que se puedan montar allí, pero el tío Yyr, en su nueva y remodelada personalidad, decide que casi mejor, así evita tentaciones de los Erasmus del lado oscuro. Una sombra, rauda como un gato negro, cruza la estancia a la altura del suelo. ¿?
-¿Te gustan los gatos?
-Claro señora, me encantan los animales, y en especial los gatos.- Lo cual por primera vez en la conversación era exactamente lo que pensaba. Piso perfecto, día perfecto.- Y además nunca he visto una mujer de tan avanzada edad que se conservase tan bien, estuviese tan esbelta y en tan buena forma (aunque sea por los escalones que sube, vieja chocha!!) además de ese aire de exacerbada inteligencia que le dan esas verdes esmeraldas que tiene por ojos.
-Muy bien, me gustas, ahhhh, por cierto, ¿fumas?
-Si, pero no se preocupe, no fumare en casa, no será ningún problema eso.
-UY no no, es que luego la ropa huele a tabaco y no puedo aguantarlo.
-....¬_¬....
-Lo siento.
-¿Le he dicho ya que es usted, probablemente la vieja mas gorda que he visto con las escaleras que tiene que subir y que sus patas de gallo tapan esos ojos verde moco que, si esconden inteligencia, la esconden muy bien por que parece usted imbécil?, ah y bueno, espero que su gato viva mucho, pero que viva en el cementerio donde la entierren.

Así que o bien los dioses locales, días a mentados, están de vacaciones o bien aquí los dioses se han muerto de frió o se los ha llevado el viento. Y es que el frio empieza a golpear con mano dura ya, sobre todo con la inestimable ayuda de los gélidos aires del norte, y eso que es noviembre que cuando llegue enero se va a congelar hasta el tiempo. En cuanto al viento, nada que envidiar a New Orleans, hoy he visto como una papelera (contenedor mediano) decidía cruzar la calle y situarse a mi vera para coger el puto 86 que por cierto ha tardado una hora de reloj en llegar, o eso creo por que a la hora hemos decidido andar los 10 minutos que distaban de nuestro destino final. Es lo que tienen los tickets de un día de bus, que los coges hasta cuando no hacen falta.

Bueno ya lo sabéis, las autoridades sanitarias advierten que fumar puede causar la muerte por congelación. Consulten con sus plumíferos.

La leyenda de la ciudad sin nombre

Corrían tiempos oscuros, los ejércitos ingleses aún no se habían lanzado a la conquista de las tierras del norte, aún Mel Gibson no arengaba a sus huestes clamando libertad y Franco aún no era cadete, probablemente ni tan sólo había nacido Carmen Sevilla, pero eso es algo que nunca se sabrá.

El viento azotaba y peinaba al tiempo las rubias y pelirrojas cabelleras. Sin cesar la fina lluvia salpicaba las preciosas caras, tachonadas de graciosas pecas algunas, impolutamente claras otras, pero todas ellas de una embelesadora palidez, de abrumadora belleza. Los hombres eran fornidos y de semblantes duros, con ojos rasgados por la experiencia de incontables batallas en los feudos locales. Ellos, a pesar de las quejas recibidas por parte de sus mujeres gustaban gozar de los placeres carnales que se les ofrecían en tierras inglesas, sosteniendo que, los ojos de sus mujeres yacían tristes y apagados en la mayoría del tiempo, encontrando sin embargo, una inusitada profundidad en los ojos de las futuras enemigas.

Hartas de susodicha situación, formaron concilio las mujeres. Decidieron hacer un pacto con el demonio, tras largas horas de duración del rito, pases diversos y palabras ininteligibles arañando la bruma, por fin, el señor oscuro se presentó. Portando atuendo negro ceñido, con matices rojos en hombros, codos y rodillas, cabello ralo y no menos oscuro que su indumentaria. Incitó a aquellas que habían perturbado su calma siesta a exponer un motivo que fuese de su agrado o a quemarse en el infierno, junto a tantos otros.

Ellas extasiadas aún por la buena consecución de su rito, que a decir verdad nunca pensaron que fuese a llegar a buen término, tardaron en contestar, vacilando sobre que debían pedir. Al fin, la más osada, alzó la voz sobre el silencio reinante, y, sin más dilación, ya que el demonio comenzaba a impacientarse, pidió presurosa unos ojos bellos, los más bellos que se hubiesen visto sobre la faz de la tierra, e igualmente los pidió para sus compañeras, sabiendo que así, los barones, se sentirían irremisiblemente atraídos por ellas. Como de todos es sabido, el réprobo demonio, algo debía exigir, así pues, pidió parte de aquella descomunal belleza que poseían todas. Ellas, hastiadas por la petición, se negaron en un primer momento, a lo cual, el señor oscuro, les propuso algo que no pudieron rechazar. Al más puro estilo Corte Inglés, les ofreció pagar dicha belleza en cómodos plazos, conservando así la mayor parte de su belleza en la juventud y perdiéndola, poco a poco a lo largo de los años, dilapidándola así por completo cuando realmente ya no la necesitasen, pese a todo, les permitiría conservar esos ojos benditos, o malditos, con que las había engalanado. Ellas, sin pestañear, aceptaron.

Las mujeres, ya maduras, se sintieron completamente satisfechas con el pacto realizado hasta el fin de sus días, pero claro, ellas habían empezado a pagar tarde el impuesto impuesto, valga la redundancia (aunque no lo sea, pero me apetecía decirlo). Las más jóvenes, y las generaciones por venir, no tardaron en descubrir el error cometido por sus progenitoras, los plazos, si bien se cumplían, nunca se habló que cantidad se iba a cobrar en cada uno de ellos.

Así pues, a día de hoy, en la ciudad sin nombre, las mujeres, hasta las de más avanzada edad, gozan de unos ojos loables, dignos de perderse en ellos hasta que el infinito termine, y las niñas, de belleza sin par se pasean altivas por las calles, luciendo ojos y cara, disfrutando de si mismas. Pero… al alcanzar la aproximada cifra de veinte años, años arriba, años abajo, todo aquellos que poseían se pierde para no volver jamás, y sólo las de más belleza que el mismo cielo permanecen en un estado digno algunos años más. Ahogando las penas, y a si mismas, en el pozo interminable de sus ojos que nunca morirán, sucumben a la desesperación y la impotencia.

Eso… eso… eso es todo amigos.

Flora y fauna de Edimburgo

Es impresionante la cantidad de animales que uno se puede encontrar en Valencia, utras de los dos equipos de la ciudad, mis saludos a Edgar, skins de diversión garantizada, macetas (lease pastillero con una maceta por pelo) violentos sin motivos, mis saludos al negro, frikies del kung fu deseando empezar una pelea, mis saludos a Tonil, punkis descarriados intentando mantener un territorio que jamás fue suyo, e incluso gente normal, que tras la ingestión de X cervezas se tornan un torbellino de destrucción, mis saludos a toda mi gente y a mi mismo.

Edimburgo, como es obvio, no va a ser menos, aquí, en lugar de las magnificentes botellas de lejía que gustan pasear por nuestro muy amado Turia, poseen una ingente cantidad de patos, que tienen a bien compartir su espacio con una comunidad no menos numerosa de cisnes. Estos se divierten persiguiendo a cualquiera que pasee por la vera del rio, esperando ansiosos una migaja del almuerzo, soliviantando los perros cercanos y realizando otras juderias, como bien podría ser arrancar un dedo del mismo ingenuo turista de la “Loyality card” cuando este comparte su refrigerio con ellos, y haciendo gala de su estúpida valentia, decide darle de comer con la mano en lugar de lanzar la susodicha migaja al rio. Lección aprendida.

Cisnes direis, que bello, pues yo, personalmente, prefiero las ardillas, que además de pasear impunemente por cualquier jadín de la ciudad, si las piernas resisten las infernales cuestas que conducen al botánico, se pueden ver por doquier y carentes de miedo a propios y extraños, acercadose en grupos hasta distancias ridículas de uno mismo, casi podrían robarte la cartera. Y al igual que los cisnes y que otro puñado de aves, grande y pequeñas, que aún no me he atrevido a catalogar, si tu sino manda que debes alimentarlas, se forma una marabunta de los susodichos roedores, todo un espectáculo.

Ardillas direis, que bello, pues yo, personalmente, prefiero las ardillas también, esto no desmerece a las liebres que corren por las calles entre las sombras de los aparcamientos, a día de hoy sólo he establecido contacto visual con dos de ellas, pero haberlas haylas, liebres en mitad de la ciudad sí, así son ellos, valgame Gurruchaga.

Liebres direis, que bello, pues yo, personalmente, prefiero la fauna no autoctona, que la verdad, tiene tema. Paso a relataros un par de especies en peligro de extinción.

Chino cudeiro: Originariamente vietnamita, este curioso elemento, amen de borracho conocido, es un pervertido de tres pares de… narices, aplica al pie de la letra el famoso dicho de “En tiempo de guerra todo agujero es trinchera”. Con una sutileza propia del mismísimo Jack el destripador, domina a la perfección las artes de la seducción, se acerca sonriente a cualquier mujer, sin importar tonelaje o las visitas que necesitaría a corporación dermoestética (único requisito: no orientales, hay que joderse). Se agacha junto a su trasero, me mira, lo señala, sonrie y, en su “perfecto español” dice, “culete” (también sabe decir “como estás, mi amigo” y la nunca despreciable “tu madre tiene un gran culo”). Yo rio ante la mueca de incomprensión de la mujer, ahí es cuando el se levanta, la mira a los ojos seriamente y le dice “nice ass” haciendome debatirme entre la perplejidad y las carcajadas. Pero hay que aceptarle como es. También, por dos veces ya, ha venido a contarme cuando se enfadan con él por decir a las hembras locales que, aunque son feas de cojones tienen un gran cuerpo. Y lo mejor de todo es que el tio triunfa y todo, no siempre y no siempre con mujeres que pesen menos que él, pero en general no le va mal, si Casanova hubiese conocido estas técnicas… que lejos habría llegado.

Jorgito: Asturiano de corazón y nacimiento, residente en Marbella. Antaño conocido como el Micro, por su inexistente similitud con Tachenko. De pasado oscuro, futuro claro y presente incierto. Un inextingible reguero de palabras sale por su boca sin cesar, de pequeño se debió caer en una sopa de letras y se quedó así. Casi siempre sonriente, aún es desconocido su nivel de inglés ya que, tal como me dijo el día que le conocí y pese a que me negué a creerlo, él parece que entiende porque habla sin parar, se anticipa a que le pregunten y no deja tiempo a los locales a hastiarlo con preguntas que no sabe si comprenderá, al menos sabemos que habla bastante bien, bueno, sería más correcto decir “bastante y bien”.

Otro día seguire con Ángel, Sandras varias y otros elementos subversivos, que no veais que pareja se forma cuando nos presentamos (lease con acento inglés) Angel and Saver. Gracias a los que me felicitaron por mi cumple y a los otros… va, hoy me siento happy, a los otros nada. Que os sea leve y hasta que Carod nos separe.