Zapatero y las tres leyes.

Supongo que la mayoría de vosotros os preguntáis a que leyes me estoy refiriendo, total hay tantas. Podría estar hablando de la reforma del sistema de pensiones, que debería llamarse "vais a currar dos años más porque paso de pagarla con la economía sumergida". De la terminal velocidad de 110 Km/h, a la que nos podríamos referir también como "te voy a freir a multazos". Quizá podría hablar de la ley Sinde, o mejor dicho "cuidado que se enfada el yanki", oh, ¡sorpresa! Probablemente el fumador empedernido de Yyrkoon se refiera a la ley anti-tabaco. Pues no, y tampoco me refiero a la subida del 10% de la luz, ni a la prohibición de alimentos grasos en los centros educativos. Tampoco hablo de la limitación de la escala de temperaturas en los edificios de trabajo. Ni siquiera de que se obligue a las cajas a salir a bolsa o de la avalancha de inmigración que se sufrió cuando era obvio que el país no podía absorber más. OJO, mucho cuidado, no tengo NADA contra la inmigración, NI contra los inmigrantes. Tengo mucho en contra de la inmigración DESCONTROLADA y SIN CRITÉRIO. Y ser políticamente correcto me importa una puta mierda, así que no lo digo por eso.

En realidad aunque gran parte (muy gran parte) de la culpa la tiene nuestro común amigo Zapatero hay otras leyes anteriores que tampoco conviene olvidar y que no proceden de él, como restringir el horario de terrazas a las 12 de la noche, prohibir la venta de alcohol después de las 22 horas, prohibir beber en la calle, prohibir la venta de tabaco en gasolineras (que por cierto ahí si que no se comparan con Europa como cuando les conviene, somos el ÚNICO país de la unión que no vende tabaco en gasolineras) y un largo etcétera.

Pues bien, hablo de las tres leyes de nuestro, esta vez sí, común amigo Isaac Asimov. A saber:

1ª.- Un político español no puede hacer daño a un ser humano, o, por medio de la inacción, permitir que un ser humano sea lesionado.

2ª.- Un político español debe obedecer las órdenes recibidas por el pueblo al que gobierna, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª ley.

3ª.- Un político español debe proteger su propia existencia en la medida que esta protección no sea incompatible con la 1ª o la 2ª ley.

Personalmente estoy en contra de todas y cada una de las leyes que he mencionado (no hablo de Asimov) por razonamientos que me parecen de madera de cajón. Podría discutirlas una por una, también estoy en contra de otras mucho más subjetivas, pero no es eso lo que quería tratar. Lo que me duele en el alma es que ley tras ley, día tras día se reducen las libertades. Hay que pensar que siempre que se amplía una libertad, como por ejemplo la de los no fumadores se reduce otra como la de los fumadores, esto es muy delicado y hay que llevarlo con mucho tacto.

El gobierno piensa que hay que ahorrar y baja el límite de velocidad… mí no comprender. ¿No es mi dinero? Déjame que ahorre si quiero… o bueno, prohíbeme también salir a cenar fuera, comprar una tele más grande (si con la que tengo ya me vale, se ve bien) ¿Quizá sólo están metiendo una cortina de humo tras otra? Fuere como fuese, cada vez se pueden hacer menos cosas y todo está mal visto prohibido o penado; todo en pro de la sociedad que, pobrecita, no sabe cuidarse sola. Y es que yo no puedo dejar de pensar en "Yo, Robot", ¿la recordáis? El malo de la película es un robot que está cumpliendo las tres leyes y decide que para preservar la vida humana no hay otra solución posible que eliminar la libertad ya que el ser humano provoca su propia destrucción. Así lleva el mundo a una dictadura para garantizar el bien del pueblo. ¿De verdad está el pueblo dispuesto a pagar su libertad por su vida? ¿Es mejor vivir 100 años en una celda o 50 en libertad?

No podemos permitir lo que están haciendo, tenemos medios para evitarlo. Lo están evitando en países que "no tienen" dichos medios y nosotros no hacemos nada, nos mantienen atados con la coacción y el miedo. Si permitimos que esto siga así vamos a acabar en la mierda más grande que ha habido. Si fuésemos franceses no nos quedarían ya coches que quemar y no te extrañe que le hubiesen quitado el polvo a la guillotina.

Hoy escuchaba una cita del director de Mercadona, que no deja de ser un genio. Muy grande la cita, decía así: "2011 tiene una cosa muy buena, y esa cosa es que va a ser mucho mejor que 2012". Como con casi todas sus decisiones, lamentablemente va a acertar. Sigamos así y llegaremos…

Saludos,

Tío hasta los cojones.


5 comentarios:

Miriam dijo...

Poner leyes quita libertades, si, pero no seria necesario si la gente tuviera educación, civismo, y guardara el respeto a los demás por si mismas.
Lo triste de verdad es que en España nadie respeta a nadie hasta que se lo imponen por ley. Por ejemplo, ley del tabaco. Los fumadores nunca han considerado ni respetado la salud de los no fumadores, hasta que una ley les ha impuesto no fumar en su cara. Pudieron hacerlo, pero nunca se “salieron fuera a fumar” por iniciativa propia. A mi me beneficia esa ley pero no me gusta ¿Por qué? Porque el respeto debe salir del corazón de las personas, no de las leyes impuestas.
Lo triste es que al final ha sido necesario implantarlo por ley, porque a nadie le ha nacido del corazón respetar al prójimo.

Para aquellos que dicen “¿y el respeto al fumador?”. Ya, pero es que hay una diferencia muy importante: un no fumador no hace daño a un fumador por estar a su lado. Un fumador SI hace mucho daño a un no fumador, y lo sabe. La libertad de uno termina donde empieza la libertad de otro.
Que estos conceptos se tengan que imponer por ley es la constatación del fracaso mas absoluto.

Yyrkoon dijo...

No me gusta discutir con no fumadores sobre el tema, sois cerriles y no queréis comprender. No hay más ciego que el que no quiere ver.

Yo comprendo la postura del no fumador perfectamente, lo que se debería hacer es que se cumpla bien el tema de las zonas o que se obligue a crear x locales de no fumadores por x locales fumadores, lo que no puede ser es que un fumador no pueda cenar tranquilamente fuera de su casa, tiene derecho a hacerlo (igual que lo tiene el no fumador). Si hay gente para todo debe haber locales para todos y cuando se junten fumadores y no fumadores... bueno, pues que elijan, pero que puedan elegir.

Esto es el nacismo.

Miriam dijo...

que fort... sois cerriles... no quereis comprender.... O_O
FLIPO
el que tiene el vicio le dice al que le tolera que es cerril.
¿pero tu has leido algo de lo que he escrito? No no, digo que si lo has leido.
No voy a discutir nada, solo te voy a contar una exp personal. Cuando iba en valencia a casa de mi amigo Cesar a verle y estar con el y su novia, ellos, cada vez que querian fumar, se iban a la ventana, sacaban el cigarro fuera y soltaban el humo alli, aunque fuera pleno invierno. Y lo hacian SIN que yo en ningun momento se lo pidiera, ya que era su casa, y si voy, asumo que debo aguantarme si fuman. Pero ellos lo hacian porque les nacia de dentro, y pasaban frio por mi. DE ESO es de lo que hablo, de gente que si hace algo, lo hace de corazon porque le importas. Igual que yo tambien, en otros casos, me incomodaba a mi misma para favorecerles a ellos, sin rechistar.

Deja de decir que los demas no te comprenden y mira a ver si no seras tu el que no comprendes nada.

Conclusion: me has dado la razon, si una ley te tiene que imponer lo que debe nacer de corazon, la empatia hacia los demas, hemos fracasado como sociedad. Pero fijate como si que te gusta que empaticen contigo y tus problemas. Niño, la comprension debe ser mutua, bidireccional. Cuando empieces a preocuparte por escuchar a los demas, descubriras que los demas te escuchan a ti y se hacen cargo.

ralfaro dijo...

@Miriam
además, me acuerdo de que incluso sus amigos sin conocernos de nada también lo hacían. Es más, si algún amigo suyo no se daba cuenta, ellos se lo recordaban.

Con fumadores cívicos como estos no hacen falta leyes.

Menos leyes y más civismo.

Miriam dijo...

Rafa,
anda, es verdad... ahora que lo dices, incluso recuerdo una noche jugando a rol, que el master sacó un cigarrillo, y Cesar le dijo que abriera la ventana que nosotros no fumabamos, y el master (amigo de Cesar), dijo "ah coño, no fumais, pues nada, lo guardo". Se guardó el cigarro y le dijimos "No hombre, si no hace falta...", y él "que no pasa nada, ya fumare luego, bueno al tema..."

Y continuo la partida tan fresco. La verdad es que aquel grupo de gente era como un ecosistema a parte, como si vinieran de otro mundo. A mi me sorprendieron porque no esperaba tanto de ellos.