Darkness

Si alguien espera leer algo entretenido puede dejar este post aquí, sólo es una autorreflexión que quiero colgar y que si le interesa a algún alma enferma como la mía puede leer.

Se acabó. Mi novia me ha dejado. Once años después, once años de risas y lágrimas, años de convivencia cada uno en casa de sus respectivos padres, yo en Edimburgo y ella en Valencia, los dos juntos en Valencia, parecía que ya lo habíamos superado todo juntos, parecía que ya nada malo podía pasarnos, parecía todo ya perfecto, y justo en ese momento, me ha dejado.

Sin segundas oportunidades, sin pestañear y sin piedad. Son ciertas muchas cosas de las que dice, desde luego no soy un modelo a seguir en cuanto a relaciones humanas se refiere, muy cierto que podía y debía haberla tratado mucho mejor, que debía haber renegado menos y calmar mi exacerbante mala hostia, pero desde luego no puede ni podrá negar mi amor incondicional, no puede ni podrá negar que no me hizo ni una sola advertencia de lo que se venía encima, que no me dio la oportunidad de enderezar mi camino. No hubo ninguna bronca seria, así que se fue (me dejo el corazón en los huesos y yo de rodillas…). Show must go on, lo sé, soy un tío duro (creo), lo superaré (creo), el problema es que no quiero superarlo, lo que quiero es que vuelva a mi lado, la hice feliz un día y sé a ciencia más que cierta que puedo repetirlo. Veo las fotos de los grandes momentos que pasamos juntos y mi alma hace un viaje al centro de la tierra y porque caer más abajo sería empezar a subir que sino seguiría hasta las antípodas. Se me ha apagado la luz y ya no consigo ver el camino.

¿Es acaso normal estar hace un mes buscando un piso para unirnos más, para unirnos “para siempre”, y sin terciar bronca ni venir a cuento que pase esto? ¿Es normal que diez días antes estuviésemos jubilosos en una playa estrellada celebrando nuestro décimo primer aniversario y pase esto? ¿Puede una persona dejar de querer a otra de la noche a la mañana? Sus razones, las que me dio, no es que sean malas, es sólo que me faltan piezas en el puzzle, es que algo no me encaja. ¿Hay otra persona? Me lo han preguntado mucho, a decir verdad sería algo factible, pero sinceramente yo creo que no, pero entonces no sé que pieza me falta.

¿Habrá algún modo de hacerla reflexionar, de que vuelva? No lo creo, siempre he luchado por lo que he querido, pero hasta ahora esto nunca había hecho daño a alguien a quien amase tanto. ¿Debería insistir una vez más? ¿Dos? ¿Cincuenta? ¿Es insistir amargarle la existencia? No lo sé, no sé nada. Oscuridad.

No sé que más decir, no sé como acabar el post. Esto es sólo un grito a la soledad de una casa, sin ella, austera, una casa que ahora me recibe sin amor ni calor al llegar, una casa que añora que sus pies descalzos la pisen, que me ha cambiado su piel suave y supurante de cariño por una almohada fría de látex que las lágrimas no aterciopelan. Una casa vacía, vacía como mi aliento, vacía como mi destino, vacía del todo.

En cualquier caso, que TODOS lo sepáis, aunque os importe una mierda, pase lo que pase, vuelva a mi vida o no, ría o llore, siempre, SIEMPRE la quise, la sigo queriendo y esto nunca cambiará.

Solteros, vacíos y desesperados saludos,

Tío Derrocado e inquisitivo.

9 comentarios:

Fle dijo...

Te había dejado yo un comment (que de tenerlos redirigidos a algún correo ya habrás leído) pero me parece que no hace falta tanta charla.

Eso sí, el bote de mercromina y las tiritas, te las dejo otra vez, que contra los escozores son mano de santo.

Suerte y ánimo, Chavalote.

Yyrkoon dijo...

Gracias elfilla, me consuela saber que al menos hay una persona en este mundo que lee lo que escribo :)

Gracias tambi�n por los �nimos, falta me hacen :_(

soy yo dijo...

Trata de aclarar la situación cuanto antes: ¿que ha pasado?¿hay otra oportunidad?.
El tiempo corre en tu contra, y en contra de tu estabilidad y dolor. Nana, nada te golpeará tanto como la incertidumbre, pensar si se puede o no arreglar, y estar en manos de la decisión ajena sin poder hacer nada mas que esperar que el teléfono suene. Es mas doloroso que los propios hechos.
Una vez tengas claro esto, y si es negativa la respuesta cambia el chip radicalmente. No te compadezcas de ti mismo. Aprende los errores.
Sal al mundo. Y antes de lo que tu crees estarás vivo, ya se que ahora no te lo crees, pero es así, seguro. No es frivolidad, nadie es imprescindible ni siquiera ella.
Suerte, y "sen" te hará falta.

Fle dijo...

Y recuerda que no hay mal que cien años dure.
Y que duele, pero al final, pasa. Todo pasa, somos así de asquerosos.

Un beso y claro, claro que leo, faltaría más! :)

Yyrkoon dijo...

Bueno, realmente este no era un tema que quisiese tratar en el blog y no por mi sino por el blog, no es este el aire que quería darle.
En cualquier caso, gracias a ambos y si el destino quiere y mis malintencionados dedos me lo permiten no volveré a tratar este tema jamás.

¿o sí? no sé ^_^!

Anónimo dijo...

asfasdfa

Anónimo dijo...

Hola Salva soy Free, yo también he leido tu ultimo post.

Nos venmos pronto.

Saludos y ánimo.

Anónimo dijo...

Estoy en tu misma situación sólo que en mi caso he sido yo quien la ha dejado. No tengo motivos, realmente no ha habido, ni discusiones, ni problemas, nada. Sólo sé que de un día para otro la he dejado. Y aunque parezca raro la sigo echando de menos, la sigo amando con locura y tengo unas ganas tremendas de volverla a, tan siquiera, ver, ya no digo abrazar...
He sido yo quien la he fastidiado y ahora soy yo quien lo sufre igualmente. Yo me he traicionado, y ahora sé que no puedo volver, ahora tengo miedo. Por eso veo en tus palabras mi esperanza, veo tu caso en ella y me anima a intentar volver, aunque el tiempo...mella. Y es por eso por lo que he escrito, porque quizás ella, como yo, no haya podido vencer su orgullo, o su miedo para decir claramente que también te echa de menos.
Lo siento si no venía a cuento. Ánimo.

Yyrkoon dijo...

Hola siempre, no sé cuando escribiste esto, pero ya han pasado varios meses desde el post, en cualquier caso me ha gustado tu respuesta. La llamaré a ver como le van las cosas.