Sambajadas

Hacía ya dos días desde la primera vez que vomité, dos segundos desde la última, un día desde que recordé que era alérgico al ibuprofeno y un día menos un minuto que me cagaba en mis neuronas oxidadas. No sabéis como me acordé de aquella película que tenía a bien titularse “El fin de los días”. Ni agua podía beber, acudía directo de la cocina al baño sin pasar por la habitación y tiro por que me toca, aunque sería más apropiado el término y arrojo por que me toca.

Tras meditar profundamente sobre la madre del que inventó susodicha medicina llegué a la conclusión que todos menos yo eran los culpables y que alguien debería decapitar públicamente al médico que no se dio cuenta nada más verme la cara de que, obviamente, era alérgico al ibuprofeno.

Todo esto derivó en dos semanas sin un tercer compañero de piso y pagando más, así que cuando mi estomago decidió que ya era hora de recomponerse y que dos días sin comida ni bebida eran suficiente para él y tres mas de ingestión de un sándwich cada 24 horas, por fin pude dedicarme a mis labores.

Oh, bendito sea dios, tengo que elegir entre dos compañeros de piso, un indio (si alguien ha hablado con un indio en inglés sabrá porque lo digo pesaroso) que quiere llamar sin parar a la India por teléfono, siendo que nosotros no usamos el teléfono y que el tiene las facturas pagadas y un simpático negro octogenario profesor de baile originario de Costa de Marfil. Así que está bastante claro, paso de llamadas a la India, al menos el negro, al cual desde ahora me referiré como Bebe, me puede enseñar a bailar, lo que no sabe es que mis pies de pato sirven para andar y poco más, bueno, cuando los pulmones se lo permiten también nadan un poco, que para algo son de pato.

Todo esto más que nada viene para informar de que ahora ya puedo compartir mis experiencias con el gabacho autista, al cual desde ahora me referiré como el gabacho autista y cabrón, que sólo hace que jugar al WOW e ingerir diversos Hagendash (como se escriba) mezclados entre ellos, si es que come, porque en dos meses lo he visto comer una vez, y el abuelo de MA en versión Fred Asteire, al que aun no tengo el placer de conocer prácticamente pero que se ha traído 40 kg de equipaje para ocupar mi antigua habitación sin muebles. Sólo el tiempo dirá.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jejeje..me gustaría veros a los dos bailando un vals...jejeje ¿cuanto hay que pagar?xd

Anónimo dijo...

:___(
Si yo lo intento.. pero sigo entendiendote poco y mal. Tendre que hacerme con un traductor español-salva/salva-español.
Voy con las preguntas. ¿Que es un gabacho? ¿Por que ahora puedes compartir experiencias con lo que sea eso, debido a la aparicion de un hombre negro para compartir piso?
Bueno, por ahora ya, me voy al ninjutsu que se me da mejor recibir leches que descifrar tu blog.

Mir

PD: yo tambien quiero verte bailar, imaginate, si andas dando saltitos, lo del baile ya sera.... MariC, tenemos que apuntar a bailes de salon a Salva y a Rafa, que tampoco sabe y es igual de pato... y no, no lo digo por reirnos nosotras ni nada... ni por el pitorreo y tal.. lo digo pues por que seria divertido ver.. oye, che, si carmen sevilla puede, ellos tambien, no? vamos, que mejor me callo.

Anónimo dijo...

Por fin noticias, aunque no tengo muy claro si buenas o malas, quizá un poco de to, no hay mal que por bien no venga o eso dicen.
Apuesto 8, 8 leches que te vas a dar.
Au!

Yyrkoon dijo...

Maria del Carmen y emm Maria del Carmen v2, os vais a quedar con las ganas ambas.
Mir, gabacho es un termino despectivo para referirse a los franceses, a ver si te echas un poco mas a la jerga hija, te hacen falta dias de calle. En cuanto al baile... si eso ya mañana.
Laina, son buenas y si hay mal que por bien no venga, yo. Y para finiquitar, la apuesta era en el otro post, pero vista la escasa afluencia de publico la daremos por buena.