FordMidable

Siete mil años después he vuelto a subir al tren de la bruja, sólo que esta vez el tren en lugar de dar vueltas por un antro minúsculo andaba rodando por toda la factoría de Ford. Además la bruja con la escoba ha sido sustituida por un orondo y sudoroso mecánico que parapetado en su sucio mono azul negruzco enarbola un gran tubo de escape. Los demás niños han sido también reemplazados por una extraña panda de guiris que, a mi imagen y semejanza, portaban unas grandes gafas transparentes y dos extraños auriculares inalámbricos de los que cuelga por la parte de delante (es decir, apoyado sobre el pecho) un aparato de tamaño y peso similar a un brick de leche.

Una simpática señorita nos cantaba en inglés y a los cuatro vientos las maravillas inherentes a esta gran familia que es Ford y por extensión o implosión esta gran y fascista familia que es Valencia. Poseemos la fábrica de Ford más grande del mundo, sale un coche cada 32 segundos y para cuando salen están todos vendidos. Poseemos también las señoritas embutidas en mono de obrero más sexys de todas las cadenas de automoción de Europa (contrastado empíricamente). Poseemos unas máquinas de café de las que nos sentimos altamente orgullosos ya que si bien no nos dan calidad si dan renombre, en breve serán incluidas en el Guinness de los récords como las peores fabricantes de café del mundo, superando de largo a mis anteriores empresas.

Acojonante resulta el desplazarse entre brazos y más brazos metálicos que sueltan chispazos que se elevan varios metros del suelo y se mueven animados entrelazándose entre ellos cual pareja de orugas en orgásmico baile. Ves forjar el vehículo desde su más tierna infancia, cuando no es más que unas tristes planchas de metal que van moldeando a golpe de cosa gigante que baja y aplasta, y en 3 escasos segundos, hale, una puerta para el coche del señor. Muy, muy interesante, sé que no está en manos de todos, pero si algún día se os presenta la oportunidad de visitar una cadena de automoción no dejéis de hacerlo ni aunque os ofrezcan una cerveza fresquísima.

Es gracioso también ver a los infinitos Charles Chaplin que trabajan ahí a lo "tiempos modernos", coche, tornillo, coche, tornillo, así 7.75 horas al día, con media para comer y dos "paradas biológicas" de cinco minutos, que como tardes mucho en cagar te tiñes el mono, coche, tornillo, meneodeculoparasoltarcacadelospelos, coche, tornillo, meneodeculoparasoltarcacadelospelos, impresionante. Y que comentar de la planta de motores, evaluada a 10 sobre 10 tres años seguidos, nunca ninguna otra planta de ninguna otra factoría ha sacado un 10 ni una sola vez. Cuan maravillosa es la tecnología en Ford, bueno, al menos en motores, porque lo que es yo sigo con Cobol… Great :S

Ahora ya sólo me queda robar uno de los brazos esos a ver si le enseño a preparar ensaladas y cordon bleu.

Automáticos saludos,

Tío Yyr.

2 comentarios:

El extraño desconocido dijo...

jajajajaja!

Me he partido, muy buena entrada. Además me ha dado que pensar... tiene delito que sea ingeniero industrial y nunca haya visto una cadena de automoción! Será que siempre me tiraba más la cerveza fresquita, jeje.

Saludos varios

Yyrkoon dijo...

Hombre, es que no es fácil, yo trabajando para ellos me costó tres meses que me dejasen ir en el trenecito, si eres "de fuera de la casa" échate a dormir. En cualquier caso, como digo, es una gozada, a ver si me dejar repetir en breve.

También mencionar que llevar en el título la palabra "ingeniero" sin que vaya seguido de "informática/telecomunicaciones" (que no se cual de ambos somos más pringaos) siempre está bien, así que ánimo y al to… orondo y sudoroso mecánico. Todo es intentarlo.