Yyrkoon Vacations.

Ummm, siempre me han encantado las vacaciones relajadas, por las mañanas y después de comer, casá, sofá, libros, tele, moverme menos que Stephen Hopkins y pensar menos que Dinio, mi amol. Por la tarde, café con los inadaptados de mis amigos (en realidad son impresentables no inadaptados), y un poco de relax más, subiendo la actividad cerebral hasta el nivel de un hamster que, feliz, gira en su rueda o el de Yola Berrocal, como prefiráis. Por las noches cambiamos el café por cerveza y se sigue la misma tónica conversacional. Puntualmente se puede acudir a algún pub y/o discoteca si uno se ha bebido hasta la botella de Fairy. En concreto con “uno” quiero decir “yo”, los otros sí tienen estómago para ir menos alcoholizados, yo no puedo. Vacaciones perfectas.

Llevaba unos cuantos años en los que mi señora exnovia, “me obligaba” a viajar. No os confundáis, viajar me encanta, es un innominable placer, estar en lugares desconocidos, ver cosas nuevas, en concreto hoteles con otros sofás más cómodos y otras teles más grandes. No, seriamente. Viajar me gusta y bastante, verla feliz viajando me encantaba, y sin viajar también, pero el caso es que viajar me privaba de días para retozar en el sofá conmigo mismo o con ella. Esto era una lástima.

Este mi primer año de soltería comenzó como debía comenzar y como suponía que sería el resto del año, con 3 días de navideñas vacaciones rebozándome en el sofá cual albóndiga de bacalao, luego no hubo más vacaciones hasta el verano, el bacalao ya era salazón. Una semana en Denia, piscina y sol, vaguería sí, pero vaguería activa. Pasó. Fin de semana en Javea, playa, sol y extranjeras a gogo. Semana en Mallorca, más sol, más playa, bombas de ETA a 200 metros, nacional, guardia civil, un espectáculo vamos. Pasó. Tras tanta agua mi liofilización empezaba a desaparecer.

Hasta ahí todas mis vacaciones del año hasta ahora. Tengo billetes para irme una semana a Sheffield en el puente de octubre. Yes, We Can. Veré la pequeña urbe, que si no tengo mal entendido está repetada de estudiantes recién llegados que no hacen más que fiestas hasta noviembre. Si sobra tiempo sobrio, tras ver lo que haya que ver allí, me pasaré por Manchester a destrozar algo.

Después de esto aún me quedará una semanita postrera que gastaré, como su nombre indica, en atiborrarme de postres caseros. Bueno, casi mejor la gastaré en irme a algún delicioso paraje caribeño a pasar el fin de año flotando en una piscina con un Daiquiri con doce uvas. Y si no tengo ya los billetes de eso es por qué aún no han salido a la venta y aunque podría currarmelo un poco y conseguirlos, ya que no descanso en vacaciones y puesto que ya se lo curran por mí…
Saludos trotamundistas,

El tío del fragel que manda postales.

PD: Si alguien quiere apuntarse al Daiquiri estáis “invitados”.

6 comentarios:

X dijo...

¿Sheffield? Psé, no está mal. Conozco a alguien que estuvo allí, mi universidad tiene convenio con la suya y cada año enviamos para allá unas cuantas para mejorar la media.

Anónimo dijo...

Joder!! Pues no desaprovechas tu solterio no!! xD jejee, me alegro que puedas permitirte el ir a tantos sitios (sí, tengo envidia, pero es totalmente sana :P).

Usted las disfrute como ha disfrutado las ya pasadas, aunque incluyan bombas, ais que miedo!

Un besazo.

Markesa Merteuil dijo...

Daiquiri... ;) Yo voy.

Yyrkoon dijo...

X, Sheffield o lo que sea, en realidad me da lo mismo, el tema es salir de Valencia y refrescar el inglés oral, que ya empiezo a oxidarme en demasia.

Xenia, el solterio o no es un estado mental más que otra cosa, lo que no hay que desaprovechar es la vida, ya he tirado bastante a la basura.

Marquesina, sería un placer acogerte, pero supongo que no te gustará nada estar rodeada de 8 ó 9 tíos ;)

Miriam dijo...

“me obligaba” ha viajar....

corrige eso.

Yyrkoon dijo...

AY, que dolor!.

Done.

Thanks.